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La cigüeña blanca es un ave migratoria que anuncia el buen tiempo con su llegada alrededor del mes de febrero.
Los ejemplares adultos tienen pico y patas de un color anaranjado y rojo, mientras que en los jóvenes son de color negro.
Tras la invernada las cigüeñas volverán a los lugares de cría en Europa, acude siempre al nido que abandonó el año anterior, donde se encontrarán con su pareja para criar. Los nidos suelen realizarlos en lo alto de las torres y en las iglesias: son plataformas de ramajes de hasta dos metros de diámetro.
Entre ellas se saludan entrechocando las mandíbulas, desarrollando un sonoro castañeo denominado “crotoreo”.