El enriquecimiento ambiental es una técnica empleada en los zoos para aumentar la estimulación de los animales y promover el desarrollo de los comportamientos naturales de una especie.
Los pandas dedican la mayor parte del tiempo a la alimentación y el descanso, por lo que el bambú se convierte en el principal elemento enriquecedor del que disfrutan. La selección de las partes del bambú que más les gusta y la manipulación del mismo es una tarea muy laboriosa que les mantiene ocupados durante una media de 10 horas al día.
Pero a pesar de las limitaciones en la dieta que tienen los pandas, en el Zoo de Madrid les sorprendemos de vez en cuando con algún alimento novedoso, siempre bajo la aprobación del equipo veterinario y en las proporciones recomendadas. Así, alguno de los alimentos que no forman parte de la rutina diaria y que les ofrecemos esporádicamente son: la sandía, las uvas, las mazorcas de maíz, la batata…
También procuramos variar la forma de presentación del alimento. En ocasiones les ofrecemos un trozo grande para que tengan que manipularlo, y en otras trocitos pequeños escondidos en diferentes rincones de la instalación para que se entretengan en buscarlos.
Esta semana los niños del campamento de verano están preparando diferentes enriquecimientos para muchos animales del Zoo, incluidos Bing Xing y Hua Zui Ba. Les han preparado brochetas de bambú con trozos de manzana que los pandas tienen que manipular para poder comerse la fruta, cañas de bambú con un poco de miel escondidas por la instalación y helados (como el de la foto) con manzana y sandía para refrescarse.