El leopardo, el gran felino de los árboles

¿Qué gran felino salta, trepa a los árboles y es uno de los mejores nadadores? La respuesta es el leopardo (Panthera pardus saxicolor), un fiero depredador nocturno que acostumbra a pasar gran parte de su vida en las ramas de los árboles.

Los leopardos duermen, visualizan a su presa, cazan y almacenan la comida en las ramas de los árboles, donde otros carroñeros no puedan molestarles. Son unos mamíferos muy fuertes: pueden subir a los árboles animales mucho más grandes y pesadas que ellos. Los monos desprevenidos son algunas de las presas más habituales de estos astutos felinos, aunque también se alimentan de antílopes, ciervos, cerdos, aves o ganado.

Curiosamente en la Antigüedad, el leopardo era considerado un híbrido de león y pantera. La mayoría de los leopardos son de color amarillo con motas oscuras. Su colorido les sirve para camuflarse entre la vegetación y los árboles, desde donde acechan a sus presas. Su apariencia les confunde a menudo con los guepardos o los jaguares. A los leopardos de color negro se les conoce con el nombre de panteras.

Los leopardos son animales muy adaptables y podemos encontrarlos en diferentes entornos de la región del África subsahariana, el norte de África, Asia Central, India y China. Hay hasta nueve especies diferentes. El más curioso es el leopardo de la nieve (Panthera uncia) por su adaptación al clima extremo del Himalaya. Son animales solitarios excepto en época reproductora y pueden llegar a vivir casi 20 años.

Las cotizadas pieles del leopardo han sido motivo de que la especie se encuentre en peligro de extinción. En África sobre todo, la caza sin control ha mermado gravemente su población. Los zoológicos y centros de conservación juegan un papel fundamental en la protección de esta especie. Un ejemplo es el Zoo Aquarium de Madrid, donde podemos disfrutar de este sorprendente felino sin salir de la ciudad.