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El guanaco es considerado una especie de llama salvaje e indomesticable. Se asemeja a sus parientes, dromedarios y camellos, por el gesto altivo y cierta actitud despectiva. Al igual que ellos, su adaptación a condiciones ambientales y climáticas adversas es un hecho. No es amante del calor, si bien resiste todo tipo de temperaturas. De todos los camélidos, es el que vive más al sur.
Se le puede ver a través de las dos vertientes andinas, desde Perú a Tierra de Fuego, en llanuras y altitudes que alcanzan los 5.000 metros sobre el nivel del mar.
Este mamífero suele agruparse en comunidades de 20 individuos capitaneados por un macho que ejerce de protector de la manada.
El guanaco puede llegar a correr a unos 64 km/h, lo cual es muy importante para sobrevivir a su depredador, el puma.
Su dieta se compone de hierbas, musgo y tubérculos.
El macho se vuelve particularmente agresivo en época de celo, y lucha con otros individuos por las hembras. Esto ocurre entre noviembre y febrero. Tras 11 meses de gestación, ellas dan a luz a una cría.